Cómo el catastrofismo está arruinando tu vida (y 3 formas de dejarlo)

mujer con la cabeza entre las manos para indicar el concepto de catastrofismo

La mente es una poderosa fuerza de la naturaleza que puede trabajar a favor o en contra de usted.

¿La tuya está trabajando en tu contra al convertir situaciones razonables o estresantes en fragmentos de ansiedad y miedo?

Se trata de un proceso llamado «catastrofismo» por el que tu mente asume automáticamente que el peor resultado posible es el más probable, y es más común de lo que crees.

La vida está llena de retos y dificultades. A menudo nos encontramos con circunstancias que no esperábamos y que están completamente fuera de nuestro control.

Lo que sí podemos controlar es cómo respondemos mentalmente a esas tensiones y trabajamos para controlar nuestras emociones relacionadas con ellas.

Ahora bien, para algunas personas, eso puede parecer una tarea insuperable. Y no siempre podrás controlar cada pequeña emoción o pensamiento que pase por tu cabeza. No es posible ni razonable.

Pero, incluso controlar sólo un puñado de esos pensamientos puede mejorar significativamente la calidad de vida y la paz.

Podemos empezar examinando los procesos de pensamiento que rodean a las diferentes tensiones.

Ejemplo 1: Una ruptura con una pareja de la que se está enamorado.

Una ruptura con una pareja sentimental es siempre un momento tumultuoso y difícil.

Crea una diferencia significativa en nuestra vida, con respecto a cómo esperábamos que fueran las cosas, cómo planeábamos que se desarrollaran. Los planes que pensábamos que estaban grabados en piedra, en los que habíamos confiado, pueden esfumarse.

El miedo puede venir junto con la tristeza y la rabia de una ruptura.

«¿Volveré a encontrar el amor? ¿Volveré a encontrar un amor así?

¿Qué he hecho mal? ¿Qué han hecho mal?

¿Cómo podré reemplazar a esta increíble persona? ¿Quiero volver a sentir el amor?

¿Me volverán a romper el corazón? ¿Puedo confiar de verdad en alguien? ¿Puedo confiar en alguien para que me ame de verdad, para entregarle mi amor de verdad?

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¿Es mejor para mí estar sola? ¿Por qué siempre pasa esto?».

Y debido a esa incomodidad y a ese miedo, corremos el riesgo de que nuestra mente huya con las posibilidades y las preguntas, minando nuestra capacidad de encontrar la paz y la felicidad en el momento.

Ejemplo 2: Enfrentarse a la pérdida del empleo.

Un trabajo o una carrera es una necesidad en la vida de la mayoría de las personas. Al fin y al cabo, hay que pagar las facturas, llevar la comida a la mesa y dormir a la intemperie todo el año no es la situación más cómoda.

Es común y esperable experimentar ira, miedo y ansiedad ante la perspectiva de perder el trabajo.

«¿Qué significa esto para mi futuro? ¿Cuánto tengo ahorrado?

¿Tengo derecho a la ayuda por desempleo? ¿Encontraré pronto un nuevo trabajo?

¿Y si no lo encuentro? ¿Qué haré entonces?

¿Podré pagar la comida? ¿El alquiler? ¿Las facturas?

¿Y mis otras responsabilidades? ¿Mi familia? ¿Les he defraudado? ¿Me estoy defraudando a mí mismo?».

Una vez más, ese malestar y ese miedo se agravan a medida que el estrés se acumula, mientras intentamos recuperar nuestros pies para poder levantarnos después de haber sido derribados.

El catastrofismo como profecía autocumplida

Los dos ejemplos anteriores muestran cómo los pensamientos negativos pueden entrar en una espiral como reacción a eventos no deseados, pero el mismo proceso puede ocurrir también cuando imaginamos un evento futuro catastrófico.

En lugar de reaccionar ante una ruptura o la pérdida de un trabajo, simplemente imagina estas cosas como destinos inevitables para el camino que estás recorriendo.

Quizás tengas una discusión con tu pareja. No importa lo buena que sea tu relación o lo raro que sea un desacuerdo, te convences de que es el principio del fin de vuestro amor.

Quizás tu jefe elige a otra persona en lugar de a ti para un nuevo e importante proyecto. Inmediatamente empiezas a pensar que no le gustas o que te considera inadecuado para el trabajo. Tu despido es inminente y ningún trabajo duro cambiará las cosas.

En estos casos, tu catastrofismo puede convertirse en una profecía autocumplida, ya que empiezas a distanciarte emocionalmente de tu pareja o a perder la motivación por tu trabajo.

El cambio en su mentalidad puede llevarle a hacer exactamente lo que más teme.

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¿Cómo controlar y combatir el catastrofismo?

Cuando nuestros pensamientos huyen de nosotros y descienden al abismo pesimista, ¿cómo podemos esperar recuperar nuestra estabilidad emocional?

Las tácticas que se exponen a continuación pueden ayudarle a invertir su trayectoria descendente y a recuperar una cierta apariencia de control sobre su mente.

1. Asignar una cantidad de tiempo determinada a la consideración del problema.

Una gran parte de los procesos de pensamiento desbocados que acompañan a la catastrofización provienen de la morada.

Cuando nos enfrentamos a una situación estresante o difícil, es fácil dejarse absorber por bucles interminables de pensamientos negativos.

Los pensamientos pueden atormentarnos durante el día o mantenernos despiertos por la noche, mirando al techo de nuestra habitación mientras seguimos preocupados por las posibilidades.

Una técnica que puedes utilizar para controlar estos pensamientos es establecer un tiempo asignado para pensar en el problema y en las soluciones.

Es una afirmación clara y concisa. Debemos centrarnos en el problema y en las posibles soluciones, no en todo lo que puede salir mal como consecuencia del problema.

Podemos forzar activamente nuestra mente a tener pensamientos diferentes cuando nos demos cuenta de que nos estamos obsesionando innecesariamente.

Es una solución sencilla, pero no es fácil. Requiere práctica y se hace más fácil cuanto más se hace.

2. La distracción del problema puede hacer que sea más fácil de tratar.

La distracción es una forma sencilla y eficaz de evitar que la mente se descontrole cuando se enfrenta a una situación o problema emocional.

Esto no significa que ignoremos o evitemos el problema por completo. Demasiado en cualquiera de las dos direcciones no es bueno ni saludable, porque nos deja sin preparación para enfrentarnos a las consecuencias de un problema potencial.

Hay muchas formas de distraerse cuando nos damos cuenta de que nuestra mente está intentando descontrolarse.

Una persona puede ver un programa divertido o una comedia, leer algo complejo que requiera un pensamiento concentrado, jugar a un juego, o incluso simplemente sentarse con lápiz y papel y dibujar algo.

Encuentre una actividad que le permita concentrar su mente en la propia actividad.

Y al igual que el primer consejo, requiere cierta dedicación y esfuerzo para que sea correcto. Es sencillo y eficaz, pero no es fácil al principio.

Cuanto más lo hagas, más fácil te resultará salir de los pensamientos desbocados y centrarte en lo que tienes delante. Al hacerlo, interrumpes esos procesos de pensamiento no deseados.

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3. Esfuérzate por centrarte en pensamientos racionales y razonables relacionados con el problema.

Los hechos pueden servir como un ancla muy necesaria para volver a la rigidez de la realidad. Una perspectiva que contemple múltiples lados del mismo problema puede encontrar el equilibrio en el medio.

Una persona puede tener el corazón roto por una ruptura, pero eso no significa que sea el final de la historia o de su felicidad. Hay 7.000 millones de personas en el mundo. Seguro que hay otra persona a la que amar y por la que dejarse amar.

Y no, no será lo mismo que lo que pudimos tener una vez. Nunca lo es, porque se trata de personas diferentes en situaciones diferentes.

Ese desamor puede llevar a amar y ser amado por alguien que simplemente encaja mejor o está dispuesto a invertir más trabajo en la relación.

Del mismo modo, perder un trabajo puede ser una bendición disfrazada. Puede que descubramos que nuestro trabajo nos estaba haciendo completamente desgraciados, pero nos faltaba la fuerza de voluntad o la inspiración para intentar realmente cambiar nuestra situación.

La pérdida de un trabajo puede servir de catalizador para realizar cambios significativos en nuestra vida, para esforzarnos por mejorar en un nuevo trabajo, o tal vez volver a la universidad para poder seguir una carrera diferente.

Tendemos a centrarnos en el miedo a lo desconocido, porque lo desconocido trae consigo la incertidumbre. Pero, la verdad es que ese mismo desconocido puede anunciar cambios positivos en nuestra vida.

Ese cambio depende de la forma en que elegimos mirar las circunstancias y situaciones que enfrentamos.

Aprender a controlar los pensamientos y las emociones

Admitámoslo, controlar los pensamientos y las emociones de uno no es fácil.

Los ejemplos anteriores son procesos que yo, y muchas otras personas, utilizamos para controlar las emociones desbocadas causadas por la Depresión Mayor y el Trastorno Bipolar, los cuales traen consigo muchos pensamientos incorrectos, irracionales y erráticos.

Requiere una práctica regular, un esfuerzo y un compromiso para que funcione.

Y si ves que necesitas una orientación más centrada, puede ser una excelente idea hablar con un consejero de salud mental sobre la gestión del estrés y el control emocional.

Pedir ayuda a un profesional de la salud mental es una buena opción si crees que tu catastrofismo está relacionado con un problema de salud mental o es un problema habitual en tu vida.

– Última actualización: 11 de septiembre de

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