Conviértete en un empático con estos 8 consejos de entrenamiento cerebral

concepto de empatía

Tendemos a pensar en la empatía como algo fijo y no como algo que puede aprenderse o mejorarse, pero, en realidad, se puede entrenar el cerebro para que sea más empático, al igual que se puede entrenar de otras maneras.

Mientras que la capacidad actual de empatizar con los demás se debe en gran medida a los genes y a las experiencias de la infancia, el cerebro adulto sigue siendo capaz de cambiar plásticamente hasta el final de la vida. Esto significa que puedes practicar la empatía y alterar tu cerebro de forma que se convierta en un instinto más natural en el futuro.

Y hay muchas razones por las que puede querer aumentar su nivel de empatía hacia los demás. Entre ellas:

  • estarás mejor situado para entender las necesidades de los que te rodean
  • resolverá más fácilmente los conflictos con los demás
  • será capaz de predecir con mayor precisión las acciones de los demás
  • será mejor para argumentar su punto de vista
  • se convertirá en una fuente de gran curación para los demás
  • obtendrá mejores habilidades de motivación
  • será más capaz de generar confianza con los demás
  • podrás reflexionar sobre el daño que te causan los demás y llegar más rápido a un lugar de perdón
  • serás más consciente de las señales no verbales de ti mismo y de los demás

Por lo tanto, hay muchas razones para tratar de aumentar tu capacidad de empatía, pero ¿cómo puedes conseguir este objetivo?

Pues bien, aquí tienes 8 métodos que puedes utilizar en tu vida desde hoy mismo.

1. Practicar la escucha, no sólo el oír

Cuando entras en una discusión con otra persona, la tendencia natural es asimilar lo que dice, pero procesarlo a un nivel muy superficial para poder calcular una respuesta adecuada. Esto está bien cuando sólo estás charlando con ellos sobre sus vacaciones o temas cotidianos.

Sin embargo, cuando la conversación se vuelve más seria y hay un mayor elemento emocional presente, tienes que pasar de simplemente oír sus palabras a escucharlas de verdad y prestar atención a su significado.

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Olvídate de preparar una respuesta en tu cabeza mientras ellos siguen hablando – esto será una distracción. En su lugar, despeja tu mente de cualquier otro pensamiento y céntrate simplemente en su voz, sus palabras y sus señales no verbales para poder absorber la mayor parte posible de su historia.

Cuanto más a fondo seas capaz de escuchar, mejor serás para reconocer las sutiles diferencias entre las emociones y esto es un elemento fundamental de la empatía.

2. Imagínate a ti mismo como la otra persona

Puede parecer obvio, pero ser capaz de ponerse en el lugar del otro y ver a través de sus ojos es una forma eficaz de aumentar la empatía que sientes por él.

Rara vez buscamos hacer esto en nuestra vida diaria y preferimos ver a los individuos como un conjunto de etiquetas. Podemos mirar a una persona y pensar que está siendo dramática, pretenciosa, tonta o débil, pero éstas son sólo construcciones abstractas que se parecen poco a la complejidad de las personas reales.

En cambio, si intentas imaginarte en su lugar, con sus experiencias vitales y su carácter, podrás entender las razones de sus pensamientos y acciones. Podrás ver más allá de las etiquetas que les has puesto previamente y conectar con su ser subyacente.

3. Ver lo humano

Enlazando con el punto anterior sobre ponerse en la piel de los demás, cuando te ocupes de tus asuntos cotidianos, intenta fijarte a propósito en las personas que tocan tu vida. No te limites a ignorarlas o a interactuar con ellas sin sentido, sino que mira directamente a sus caras y ve el ser humano que llevan dentro.

Es probable que tengas muchas oportunidades de practicar esto a diario, ya sea al caminar por la calle, al pedir tu taza diaria en la cafetería local o al conversar con colegas y clientes en el trabajo.

Y ni siquiera tienes que interactuar físicamente con alguien para considerar la intrincada red de conexiones que tienes con los demás. Cuando comas tu sándwich comprado en la tienda a la hora de comer, piensa en todas las personas que han participado en su elaboración: el agricultor, el panadero, el cajero de la tienda, los conductores que reparten los ingredientes por todo el país y la persona que lo ha preparado todo, lo ha cortado y lo ha empaquetado para que te lo comas. Ese sándwich es algo más que algo para calmar el hambre; ese sándwich es un vínculo con el resto de la humanidad.

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Cuanto más a menudo reconozcas el papel que desempeñan otras personas en tu vida, más probable será que las aprecies y te veas a ti mismo como parte de una comunidad y no como un individuo. Esto contribuirá en gran medida a fomentar la empatía hacia quienes te rodean.

4. Desafía tus prejuicios

Las personas son muy propensas a verse a sí mismas como parte de varios grupos diferentes y éstos ayudan a crear una identidad. También provocan conflictos y recelos cuando los miembros de diferentes grupos se ven obligados a enfrentarse.

Ya sea que estas líneas se tracen entre diferencias raciales, de género, de clase o religiosas, una actitud de «nosotros y ellos» prevalece naturalmente. Esta actitud es un obstáculo para la empatía.

Si quieres mejorar tu capacidad de empatía, debes intentar desafiar las creencias y prejuicios que han surgido de tu identificación como miembro de un grupo concreto.

En realidad, no hay nada que te diferencie de cualquier otra persona; no hay «nosotros y ellos» porque tanto «nosotros» como «ellos» son simplemente construcciones de tu mente como parte de una mente colectiva de grupo.

Por lo tanto, para permitir una mayor empatía, debes eliminar estas barreras y experimentar a otras personas simplemente como seres humanos, y como iguales en todos los aspectos, independientemente de las diferencias que puedas observar en el exterior.

Más lecturas esenciales para los empáticos (el artículo continúa más abajo):

5. Encontrar puntos en común

Para ayudarte a luchar contra tus prejuicios y aprender una mayor empatía, es útil no centrarse en lo que te hace diferente a los demás, sino en lo que podéis tener en común.

Si eres capaz de identificar las características de una persona con la que puedes relacionarte, experimentarás un nivel mucho mayor de comprensión y atención cuando interactúes con ella.

Saber que compartes algo en común, sea lo que sea, te ayudará a difuminar los límites entre tu interior y el de la otra persona y te permitirá involucrarte con sus sentimientos como si fueran los tuyos.

Por lo tanto, se puede encontrar una mayor empatía, no manteniendo a las personas a distancia, sino buscando formas de sentirse mental y espiritualmente más cerca de ellas.

6. Sea siempre curioso

A medida que envejecemos, nuestros círculos sociales tienden a ser cada vez más pequeños y esto puede inhibir nuestra capacidad de expandir las áreas empáticas de nuestro cerebro.

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En su lugar, busque oportunidades para relacionarse con aquellas personas con las que, de otro modo, no tendría motivos para hablar. Entabla una conversación con un desconocido e intenta averiguar cuál es su visión del mundo; mira si puedes hablar con personas de diferentes edades, razas, religiones, orientaciones sexuales o convicciones políticas.

Cuanto más amplia sea tu red, mayor será la variedad de pensamientos y creencias que encontrarás y que te ayudarán a apreciar que la tuya no es la única forma de vivir la vida.

De nuevo, la comprensión que obtendrás te ayudará a humanizar a otras personas y a otros grupos, y romperá con preconceptos largamente mantenidos que podrían haberte impedido empatizar con ellos.

7. Finge al principio

Hay mucho que decir sobre cómo la mente influye en el comportamiento, pero hay una gran cantidad de comentarios que van en la dirección opuesta.

La empatía no es sólo un proceso emocional, es una forma de ser, una forma de actuar y una forma de preocuparse. Aunque no sientas empatía por alguien de inmediato, si te comportas desde un punto de vista empático, tu mente puede seguir y seguirá tu dirección.

Sólo con mostrar una actitud afectuosa, puedes generar un sentimiento afectuoso y, a partir de ahí, la empatía puede desarrollarse en su totalidad.

8. Leer ficción

Los estudios han demostrado que las personas que leen regularmente novelas de ficción poseen una mayor capacidad de empatía.

Sólo con la lectura de estos relatos, ejercitas las partes de tu cerebro que se utilizan en la empatía, reforzando así las vías neuronales. Utilizar la imaginación para ponerse en la piel de un personaje de ficción hace que sea más fácil hacer lo mismo cuando se trata de tus interacciones en el mundo real.

La empatía es algo que prácticamente todo el mundo tiene la capacidad de sentir, sólo que en diferentes grados. No importa cuál sea tu nivel actual de empatía y no importa lo joven o viejo que seas, PUEDES cultivar y hacer crecer esta capacidad utilizando las 8 sugerencias anteriores. Como se ha dicho, la empatía tiene muchos beneficios y tú tienes el poder de alcanzarlos y cogerlos cuando te aplicas a diario.

– Última actualización: 13 de agosto de

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